Mientras traficaban con las vacunas, la policía peruana la más afectada por el covid 19 en la región

febrero 18, 2021febrero 18, 2021 Edgardo Garrido López *

Edgardo Garrido López *

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Hoy entiendo porque fueron tan mezquinos con las vacunas y desprotegían a la PNP que siempre estuvo y está en primera línea

Desde 15 de marzo, fecha en que se decretó el estado de emergencia, aislamiento social obligatorio, entre otras restricciones, con ocasión de la Pandemia del COVID-19, nuestra Policía Nacional, por ser una Institución que por mandato constitucional vela por la Seguridad y la Paz Social, diariamente combate la delincuencia común y la criminalidad organizada, en especial los delitos menores de alto impacto (hurtos y robos de carteras, celulares, etc.), los ciberdelitos que se elevaron por el incremento exponencial del comercio electrónico, la falsificación, adulteración y contrabando de medicina, equipos y medios de protección personal para neutralizar el arremetimiento del Coronavirus, la violencia física y psicológica al interior del hogar, los feminicidios, las detenciones por incumplir el aislamiento social obligatorio y el Toque de Queda, sumados a otros casos que involucraron a la PNP y que han generado críticas y cuestionamientos, tales como, los actos de corrupción detectados en la adquisición de implementos y equipos de bioseguridad para la protección del personal, la desacertada intervención a la Discoteca Thomas Restobar de los Olivos, la cual dejó como saldo 13 muertos y más la de los dos jóvenes manifestantes durante la marcha del 14 de Noviembre, entre otras, que dieron un giro negativo al accionar policial ya que por cumplir con nuestro Rol y no contar con los elementos de Ley para repeler los ataques que nos perpetraron los seudos manifestantes, “Pasamos de ser héroes a villanos y sin derecho a la defensa”.

Vale recordar que desde el inicio del estado de emergencia por la pandemia del COVID-19, el personal PNP, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, se colocaron en primera línea en la lucha contra el Coronavirus, los policías por ser su función el ejercer el Control del Orden Público que garantizaron el cumplimiento de las medidas dispuestas por el Gobierno Peruano para enfrentar el COVID-19. Entre sus actividades específicas controló el acatamiento de la Cuarentena y el horario del Toque de Queda, evitar las aglomeraciones, las mal llamadas Fiestas COVID y reuniones sociales prohibidas, así como el resguardo a las instituciones de salud, centros comerciales, entidades bancarias y centros de abastecimiento de alimentos, labor que fue realizada acorde a los lineamientos y estrategias diseñadas por el Poder Ejecutivo, tal es el caso que con ocasión del 199° Aniversario de la Independencia Nacional, el ex Presidente de la República, Martín Vizcarra, junto al Gabinete Ministerial, hizo un reconocimiento al personal de diversas instituciones, a quienes les denomino “Héroes de la batalla frente al COVID-19”. Debido a que nuestros hermanos Policías, trabajaron en las calles, protegiendo a los ciudadanos y combatiendo la delincuencia y la criminalidad en medio de la Crisis Sanitaria y en esas circunstancias se contagiaron. Teniendo en cuenta que ellos también son seres humanos con los mismos Derechos de todos los demás y como es obvio, pasibles de contagiarse y contagiar a su familia al retornar a su domicilio; en estos momentos a los 583 policías fallecidos, no los estaríamos llorando si es que todos los peruanos hubieran acatado las medidas de protección, aislamiento y la Cuarentena al pie de la letra.

Como ha quedado en evidencia el Sistema de Salud Nacional, tiene grandes falencias y no está preparado, ni capacitado para hacer frente a este enemigo invisible, similar situación se presentó en el Sistema de Salud de la PNP, por las deficiencias y serias carencias, en torno a la prevención, tratamiento, infraestructura y los medios de protección personal adecuados, inclusive la no encontrarse preparados para atender este tipo de ataque viral, se hizo complejo también realizar las terapias de rehabilitación para la reincorporación al servicio del Personal y en consecuencia los futuros problemas de salud mental POST- COVID-19, que acarrea este virus, aspecto que descuido el Estado en relación al personal policial.

Según la Encuesta Nacional sobre el Coronavirus, publicada el 02 de febrero del presente año, por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) a 1,205 ciudadanos, establece que el 89% siente temor por efectos de la segunda ola, pero hay un 38% que reconoce que asiste a reuniones. Otro 20% dice que “a veces” usa protector facial en micros y otro 6% nunca lo utiliza; si a esta triste realidad le agregamos que la segunda ola ha provocado el colapso del sistema de salud y de nuestra economía, hoy tenemos más de siete millones de desempleados. Por otro lado, la Cuarentena y las medidas para encerrar a la población no han logrado el efecto deseado porque el 70% trabaja informalmente y a diario salen a ganar su sustento, hecho que se ha convertido en incontrolable. Por lo que tenemos que estar alertas, ya que está pandemia, viene agotando al Personal PNP y de Salud, debido a la función que realizan diariamente, y por la frustración de ver fallecidos, familiares y sus propios colegas afectados por este virus. Recientemente la revista “Acta Medica” del Colegio Médico del Perú , ha publicado los resultados de un estudio realizado al personal de la Salud y personal de la PNP; de un total de 120 policías de la Región Lima, que laboran en la calle; establecieron que el 19.6% presentan síntomas de depresión; 17.3% presentan síntomas de ansiedad generalizada; el 42% indico tener gran recelo al COVID 19; el 43% por temor a perder la vida y el 78% de contagiar a sus familiares.

Ante esta situación, el Mininter, aprobó el Protocolo de Prevención y Atención Médica, a nuestro Personal y para ello se habilitó una línea telefónica para absolver las dudas de los Agentes y se nombró un Equipo de Trabajo de Red de Seguridad del Personal PNP COVID-19, con el fin de identificar y garantizar “La atención inmediata al personal policial afectado”. En torno a la prevención se dispuso la colocación de recipientes para desinfección de calzados en las puertas de ingreso, dispensadores de alcohol y termómetros para medir la temperatura; así como la fumigación de los locales.

Adicionalmente, se suscribieron Convenios con Clínicas privadas para la atención de Policías, igualmente en la Escuela Técnica Superior de Puente Piedra se habilitó una Residencia Temporal para 500 policías con COVID-19, y se dispuso la entrega de un kit de Medicamentos para su tratamiento. En cuanto al Personal Policial que perdió la vida, se dispuso su ascenso excepcional al Grado inmediato superior, así como la entrega de beneficios sociales y derechos previsionales a sus deudos.

Como podemos apreciar la labor que cumple la PNP, por su exposición y por las malas compras cuestionadas por presuntos actos de corrupción, efectuadas al inicio de la pandemia impactaron en la protección del Personal y por no considerar las medidas adecuadas para el Personal que realiza Intervenciones y la respectiva detención en flagrancia delictiva durante los Mega operativos que realizan diariamente y en forma sostenida las Comisarias, las Divincris, Depincris y las Direcciones Especializadas a nivel nacional, ahí están en permanente peligro por el contacto físico y directo que deben tener con el delincuente, siendo esta la situación de inminente riesgo de contagio, tanto para los intervinientes, como los de la Unidad receptora, al margen que al retornar a su domicilio existe la posibilidad de contagiar a su entorno familiar. Ahora bien, que se hizo para prevenir y neutralizar este masivo contagio de la familia policial, nada o poco se ha hecho concluyente, ya que, a la fecha 11 febrero del 2021, se han contagiado 43,083 efectivos policiales que representa aproximadamente el 29% del Personal PNP, encontrándose separados del servicio 21,460 efectivos, de los cuales 13,854 se encuentran en tratamiento, hospitalizados, o en recuperación; 7,023 se encuentran aislados, por ser vulnerables al virus (diabéticos, enfermedades preexistentes, etc.) sumado a la lamentable perdida de 583 efectivos que murieron en el desempeño de sus funciones, es decir actualmente nuestra PNP, tiene un déficit del 18% de sus efectivos, si comparamos el tratamiento y las medidas de protección y seguridad dada a los Policías de la Región, podemos observar que los contagios y muertes de sus efectivos son mínimas en comparación a la Policía Peruana, conforme al cuadro siguiente:

Con lo cual queda visiblemente demostrado que los Medios y Equipos de Protección adquiridos por la Institución no han sido los adecuados, en comparación a nuestras pares de nuestro Continente. Estas son algunas de las omisiones graves cometidas, empezando porque no se adquirieron Trajes Overoles desechables de protección para las diversas intervenciones y otras más aquí detalladas:

No se adquirió cubre cabellera, gafas de protección, botas de seguridad y protectores faciales.
No adquirieron guantes quirúrgicos para los registros y levantamiento de pruebas e indicios.
Fumigación por turno (8 horas) de los vehículos policiales donde se trasladan los detenidos.
Fumigación por turno (8 horas) de las salas de reposo o calabozos.
Fumigación por turno (8 horas) de las oficinas donde se realizan las diligencias policiales.
Fumigación por turno (8 horas) de equipos policiales como armas de fuego, chalecos entre otros, a fin de evitar el contagio interno.
Alianzas con el MINSA para la toma permanente de muestras serológicas a los detenidos.
Designación de ambientes apropiados para la permanencia de ciudadanos con COVID y sin COVID.
Designar locales de detención (Estadios, coliseos, etc.) en la Jurisdicción Policial donde deberían de permanecer los detenidos con la seguridad adecuada y con medios para la toma de Pruebas Serológicas. A fin de evitar que estos contagien al personal PNP y las autoridades jurisdiccionales.
Gestionar Partidas Presupuestales para la adquisición de medios de protección personal y desinfección de los locales y vehículos policiales, en general.
Queda entonces demostrado la falta de interés de parte del Gobierno, para dotar adecuadamente a la PNP, de medios y equipos de protección lo que lamentablemente ha generado el incremento de contagios y muertes por COVID 19 al Personal que a pesar de todo continua diariamente realizando su función en estos tiempos de Pandemia. Queda en evidencia que este Régimen Transitorio, mantiene un misterioso apabullamiento, maltrato e indiferencia contra nuestra Policía Nacional, y que se evidencia con haber destinado tan solo 737 Dosis de las Vacunas, de las 141,367 destinadas para las Instituciones que vienen trabajando en Primera Línea de Batalla contra el COVID 19, en comparación a las 3,734 dosis destinadas a las FFAA que son menos efectivos y no realizan la función operativa como la PNP, continuando así con la desprotección, desprecio y atropello sistemático a los Policías por parte de este Gobierno, olvidando que ellos velan por la Seguridad y la Paz Social, y diariamente enfrentan a la delincuencia común y la criminalidad organizada.