Historias de éxito: la peruana que creó una cartera digital contra robos en Francia
Juliana Volpiani (33), es una peruana residente en Francia que vivió sus primeros años en Los Olivos. Es una emprendedora que tras sufrir un robo diseñó una cartera inteligente contra estos delitos. La pandemia retrasó todos sus proyectos, pero hoy con su propia marca ha ingresado con bríos al mercado europeo.
Con solo cuatro años Juliana, cuyo nombre de soltera es Juliana Bastos, y a quien sus amigos llaman Julie, tuvo que separarse de su madre, quien como muchos peruanos buscó un mejor futuro en los Estados Unidos. A cargo de su abuelita Vicenta, y junto a sus tíos, sus días pasaban en el pujante distrito de Lima Norte. Ella jamás pensó que a los 10 años su vida cambiaría por completo.
Residir en otro país no estaba en sus planes y alejarse de su abuelita, la llenó de dolor, pero debió seguir su camino, uno nuevo en Estados Unidos junto a su madre. Acostumbrarse a un nuevo idioma y familia, fue un reto difícil a su corta edad, como a todos los inmigrantes.

Juliana junto a su madre Elva Alegría
Un sueño en París
Juliana formada en Marketing, trabajó en empresas como CBS News, hasta que se le abrió la oportunidad de laborar en Londres. Ella aceptó y con un año en su empleo, tuvo que tomar una dura decisión, Pedro Volpiani, su esposo había recibido una oferta de trabajo y mudarse a París era obligatorio.
“Nosotros nos mudamos a París, pensé que mi vida sería tranquila, pero el shock más duro de mi vida fue no solo cuando emigre a Estados Unidos, también cuando llegue aquí. No teníamos una casa, no tenía trabajo”.
En sus primeros días en París, Volpiani sufrió un robo en el metro, pero entre su tristeza e indignación, nació una idea: revolucionar el mercado con una cartera antirrobo.
“Yo estaba en el metro a unos pasos de mi esposo. El metro no estaba lleno, de pronto veo que mi bolsa estaba abierta, no sé cómo metieron la mano, sacaron mi teléfono y tarjeta de débito. Fue un desastre, me sentí derrotada”.
De esa manera, Juliana junto a su esposo y un grupo de emprendedores empezaron a darle vida a su idea en la Ciudad Luz.

Juliana, desarrolló su cartera inteligente, en medio del confinamiento en Francia.
Sin embargo, el coronavirus llegó en marzo del 2020 y los confinamientos eran restringidos. Fueron meses de trabajo, en las cuales existieron muchas tardanzas debido al cierre de fronteras, entrevistas y encuestas virtuales sobre el producto.
Dentro de su pequeño apartamento, la peruana sentía la soledad. En su interior sabía que la idea era genial, pero las encuestas daban opiniones diferentes. Ella persistió.
La cartera de Julie
Su trabajo se vio reflejada a finales del 2020, cuando el primer prototipo llegó a sus manos. Era tal cual lo imagino y cumplía la misión de Juliana, una cartera inteligente y segura para todos. El 1 febrero del 2021, en su cumpleaños, su sueño se hizo realidad. Se lanzó la primera edición de Vault SmartBag de su propia marca Jvolpiani.
La primera bolsa biométrica diseñada con tecnología de huellas dactilares para mantener las pertenencias seguras. Además, si llevan tarjetas de crédito, se bloquea el uso de radiofrecuencia para recorrer las calles con seguridad y se impide el acceso no autorizado o copias de las tarjetas de crédito privadas.

Juliana en compañía de su esposo, Pedro Volpiani
Según ha informado para medios internacionales, es fabricado con cuero vegano de primera calidad sostenibles, resistentes al agua y cortes con navajas, con doble forro interior, diseñado para un fácil acceso. Mantiene ocultos sus artículos más valiosos con bolsos interiores. Funciona con una batería digital que dura hasta dos meses y puede ser cargada fácilmente por USB.
Los esfuerzos rindieron frutos, pues en solo meses pudo recaudar todo lo invertido. Las órdenes llegaban y ella veía su emprendimiento crecer, varias personas agradecían la innovación y ella tenía claro que nada hubiera sido posible sin el apoyo de su esposo.
“Gracias a Dios, tuve el apoyo emocional de mi esposo porque me empujo a seguir adelante”. Su idea llegó no solo al mercado europeo sino también a Estados Unidos, donde los pedidos crecieron.